No hay dos personas que tengan exactamente el mismo ADN. Incluso los gemelos idénticos tienen un ADN diferente debido a factores conductuales y ambientales. Las pruebas de ADN son una herramienta inestimable para obtener condenas y exonerar a personas que se enfrentan a acusaciones falsas. Sin embargo, cuando se utilizan pruebas de ADN en casos penales, los investigadores deben recogerlas, almacenarlas, probarlas y analizarlas adecuadamente.
Además, los abogados deben aportar pruebas de apoyo suficientes en lugar de basarse únicamente en el ADN.
¿Qué compone el ADN?
Casi todas las células del cuerpo humano contienen ácido desoxirribonucleico (ADN). El ADN de una persona es el mismo si procede de la piel, el pelo, la saliva, los huesos u otro tejido corporal, y el ADN no cambia a lo largo de la vida de una persona. Sorprendentemente, el ADN de dos individuos cualesquiera es idéntico en un 99,6%.
Sin embargo, es el 0,4% que es diferente lo que explica muchas de las variaciones genéticas entre individuos. Esta singularidad confiere a las pruebas de ADN su utilidad para identificar o descartar sospechosos en casos penales.
Recogida y conservación de pruebas de ADN
La American Bar Association estableció en 2007 normas para la recogida y utilización de pruebas de ADN. Estas normas contribuyen a garantizar que la recogida de pruebas de ADN no vulnera la intimidad ni las garantías procesales de nadie.
Pruebas de ADN en causas penales Historia
Los forenses del Reino Unido utilizaron por primera vez pruebas de ADN en un caso penal en 1986 para demostrar que un sospechoso que confesó dos acusaciones de violación y asesinato no había cometido los delitos. La primera persona condenada por ADN fue Robert Melias, residente en el Reino Unido, en 1987. Ese mismo año, Tommy Lee Andrews se convirtió en el primer ciudadano estadounidense condenado por un delito basado en parte en pruebas de ADN.
En 1989, el Tribunal Supremo de Nueva York dictaminó que un laboratorio había analizado indebidamente el ADN de un caso, lo que dio lugar a muchas de las normas actuales que garantizan la correcta recogida, almacenamiento y análisis de las pruebas de ADN en los casos penales. La exoneración de Glen Dale Woodall en 1992 y la condena de Timothy Wilson Spencer en 1994 basadas en pruebas de ADN contribuyeron a consolidar el uso del ADN como herramienta inestimable en las investigaciones penales en Estados Unidos.
Identificación de posibles fuentes de ADN
Los científicos de los laboratorios de criminalística pueden elaborar un perfil de ADN examinando material biológico procedente de diversas fuentes:
- Sangre
- Saliva
- Semen
- Heces
- Orina
Los científicos también pueden analizar pelo, huesos, dientes, células y tejidos corporales.
Los investigadores pueden obtener el material biológico para las pruebas de ADN recogiendo objetos que la persona pueda haber tocado o llevado puestos, como ropa, herramientas, armas, ropa de cama, vasos o botellas y raspaduras de uñas.
Los investigadores suelen buscar objetos en una zona en la que puede haberse producido una actividad delictiva que, según pueden comprobar, no se encontrarían normalmente en ese lugar. Por ejemplo, podrían recoger un arma encontrada en una vivienda donde se ha producido un delito y que los propietarios han identificado como no perteneciente a nadie que viva en la casa.
Recogida, etiquetado y almacenamiento adecuados de las muestras de ADN para los perfiles de ADN
El análisis de ADN es el proceso de recogida, etiquetado y almacenamiento de muestras de ADN. Los investigadores comienzan el proceso recogiendo objetos en el lugar del delito que puedan contener pruebas de ADN. A continuación, podrían pedir a las personas de interés que proporcionen voluntariamente muestras de ADN.
Si una persona se niega a dar una muestra, los investigadores pueden solicitar una orden judicial para obligar a la persona a proporcionar una muestra si hay pruebas suficientemente sólidas de que la persona ha cometido un delito. A continuación, los científicos forenses extraen ADN de las muestras recogidas y lo utilizan para generar una definición de perfil que pueden leer los profesionales de las fuerzas del orden.
Importancia de evitar la contaminación o degradación de las pruebas
Cuando los investigadores no recogen, conservan o almacenan adecuadamente las pruebas, éstas pueden contaminarse. También puede deteriorarse hasta el punto de dejar de ser utilizable como prueba o perder un valor significativo como fuente de información.
Por este motivo, los investigadores deben seguir los protocolos de conservación de pruebas:
- Limitación del número de personas que manipulan pruebas
- Documentación adecuada de la recogida
- Salvaguardias para minimizar la contaminación
- Almacenamiento adecuado a las pruebas
- Documentación adecuada de la cadena de pruebas
Cuando la recogida, el almacenamiento o la contaminación inadecuados comprometen las pruebas, éstas pueden no ser admisibles ante un tribunal.
Análisis de ADN
Los científicos forenses deben analizar las pruebas de ADN que recogen las fuerzas del orden para determinar si son útiles para probar o refutar un caso penal. Para ello, utilizan tecnología, como el proceso de reacción en cadena de la polimerasa, para generar un perfil de ADN.
El proceso de la reacción en cadena de la polimerasa
La PCR es una tecnología que permite a un forense amplificar pequeños segmentos de ADN copiándolos en un laboratorio. Esta tecnología permite analizar cantidades minúsculas de ADN que quizá no hubieran podido utilizarse en el pasado.
Comparación de perfiles de ADN
Las pruebas de ADN permiten a los investigadores relacionar a un sospechoso con el lugar del delito comparando los perfiles de ADN de las muestras tomadas en el lugar del delito con los perfiles de ADN de las muestras tomadas a personas de interés y los perfiles almacenados en el Sistema Combinado de Índices de ADN del FBI.
Utilización del Sistema Combinado de Índices de ADN (CODIS) del FBI
El FBI activó el CODIS en octubre de 1998. Los laboratorios forenses participantes pueden comparar los perfiles de ADN de las muestras que analizaron con los perfiles almacenados en la base de datos que fueron analizados en otros casos penales o tomados de personas condenadas por delitos.
El CODIS es una jerarquía de índices de ADN de laboratorios estatales, locales y nacionales. Los laboratorios locales cargan los perfiles de ADN en los índices estatales, y éstos los cargan en el índice nacional mantenido por el FBI. Los laboratorios no cargan todos los perfiles; cada laboratorio decide qué perfiles cargar.
Evaluación de la probabilidad de coincidencia
Aunque cada persona tiene un ADN único, la mayor parte es igual al de los demás. Las pruebas de ADN son valiosas porque las regiones polimórficas específicas varían mucho entre distintas personas. Estos polimorfismos son los que analizan los científicos forenses para crear perfiles de ADN.
Algunos polimorfismos son más frecuentes que otros. La rareza de los polimorfismos que coinciden entre perfiles de ADN determina la probabilidad de que los dos perfiles procedan de la misma fuente. Cuanto más raro sea el polimorfismo, mayor será esta probabilidad.
Los analistas utilizan fórmulas estadísticas para determinar la probabilidad de que dos perfiles de ADN coincidan porque proceden de la misma fuente y no por mera coincidencia. A continuación, los tribunales tienen en cuenta esta probabilidad junto con otras pruebas para determinar la fuerza de las pruebas de ADN.
Interpretación de los resultados
Las pruebas de ADN arrojan resultados de tres tipos: de inclusión, de exclusión y no concluyentes. Cuando un perfil de ADN del lugar del delito coincide con el perfil de una persona conocida, se trata de un resultado de inclusión, lo que significa que la persona conocida se incluye como posible fuente de las pruebas de ADN. La fuerza de este resultado depende del número de localizaciones de ADN examinadas y de la probabilidad de coincidencia.
Cuando el perfil de ADN de la persona conocida no coincide con el perfil de ADN del lugar del delito, se trata de un resultado de exclusión. Esto significa que la persona conocida queda excluida como fuente potencial de las pruebas de ADN.
Cuando los resultados de las pruebas de ADN no pueden incluir ni excluir a la persona conocida como posible fuente de la prueba de ADN, se trata de un resultado no concluyente. Esto puede ocurrir por varias razones, como que la cantidad de pruebas de ADN sea demasiado pequeña o que la muestra contenga una mezcla de ADN de varios individuos.
Papel del forense en la interpretación de los resultados
Los científicos forenses no son agentes de la ley. No detienen ni interrogan a sospechosos y, por lo general, no investigan la escena del crimen. En cambio, los forenses analizan las pruebas de ADN e interpretan los resultados. También pueden declarar como peritos en causas judiciales.
Importancia de un análisis preciso y minucioso
Las pruebas de ADN sólo son útiles cuando se recogen, conservan y analizan adecuadamente. Los avances tecnológicos permiten analizar con precisión incluso pequeñas cantidades de material genético. Sin embargo, los investigadores y científicos deben seguir los procedimientos adecuados para garantizar que las muestras estén libres de contaminación y deterioro y que los analistas sigan las mejores prácticas establecidas.
Admisibilidad ante los tribunales
La ABA estableció que las pruebas de ADN son admisibles ante un tribunal cuando cumplen una de las siguientes normas:
- Testimonio pericial basado en una teoría científica válida, una aplicación válida de dicha teoría y pruebas e interpretaciones que apliquen correctamente la teoría y la técnica.
- Hechos relacionados con las pruebas de ADN que no son objeto de controversia razonable
- Testimonio de un testigo cualificado con habilidades, conocimientos, educación o formación relevantes para los asuntos sobre los que el testigo está testificando.
Las normas de la ABA también establecen que, siempre que sea posible, los participantes deben resolver las cuestiones relativas a la admisibilidad de las pruebas de ADN antes del juicio.
Impugnación de la admisibilidad y superación de objeciones
Cuando se recogen, almacenan, prueban y analizan adecuadamente, las pruebas de ADN son muy precisas. Sin embargo, los errores y la contaminación pueden afectar a la fiabilidad de los resultados. Los abogados pueden optar por impugnar las pruebas de ADN por varios motivos.
Mal muestreo
Los delitos no suelen producirse en entornos estériles. El ADN de individuos distintos de la persona o personas que cometieron el delito puede contaminar fácilmente el lugar del delito. Además, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que manipulen mal las pruebas podrían introducir contaminación.
Para superar este reto, la acusación o la defensa pueden tener que presentar pruebas que documenten procedimientos de manipulación adecuados o que demuestren por qué es probable que una coincidencia sea exacta aunque pueda haber contaminación.
Falta de pruebas
Las pruebas de ADN por sí solas no suelen bastar para demostrar que alguien cometió o no un delito. Por ejemplo, cuando el ADN de un sospechoso coincide con muestras del delito, la defensa puede intentar demostrar que el sospechoso no podía haber estado en la escena del crimen cuando se produjo el delito. En tal caso, las pruebas de ADN pueden no ser suficientes para garantizar una condena.
Para superar este obstáculo, la oposición debe presentar pruebas. Por ejemplo, la fiscalía podría utilizar el vídeo de una cámara de vigilancia que muestra al sospechoso en la escena del crimen para demostrar que el sospechoso tenía acceso a la escena cuando ocurrió el crimen.
Análisis de laboratorio inadecuados
Los laboratorios manejan muchas muestras y, si el personal no sigue los procedimientos adecuados, pueden producirse errores en el almacenamiento, el etiquetado o el análisis de las pruebas. Los laboratorios pueden superar este reto presentando documentación que demuestre que han seguido los procedimientos adecuados.
La importancia de las pruebas de ADN en el enjuiciamiento de una causa penal
El ADN es una poderosa herramienta de la justicia penal porque es una fuente de pruebas empíricas que no está sujeta a sesgos ni errores de la misma manera que a menudo lo está el testimonio de los testigos. Sin pruebas de ADN, muchos casos se reducen a la palabra de la víctima frente a la del acusado. Además, como las pruebas de ADN pueden durar años si se almacenan adecuadamente, el ADN puede ser una herramienta valiosa para resolver incluso casos muy antiguos o exonerar a los condenados falsamente.
Dado que las pruebas de ADN son tan convincentes cuando se presentan adecuadamente, pueden influir en un juez o jurado de un modo que pruebas menos fiables no podrían. De este modo, las pruebas de ADN pueden hacer que los casos penales sean más justos al proporcionar una forma científica de probar o refutar una acusación.
Sin embargo, los errores humanos pueden afectar a la utilidad y fiabilidad de esta herramienta, por lo que, aunque las pruebas de ADN son poderosas, no bastan por sí solas para condenar o exonerar.
¿Con qué frecuencia se utilizan las pruebas de ADN en los casos penales?
Los investigadores descubrieron que el 22% de los jurados esperan ver pruebas de ADN en todos los casos. Sin embargo, fiscales y defensores utilizan pruebas de ADN en menos del 1% de todos los casos penales.
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Un abogado con experiencia puede marcar la diferencia cuando se trata de impugnar pruebas de ADN recogidas o analizadas indebidamente en casos penales o de proporcionar el apoyo y los conocimientos necesarios para utilizar las pruebas de ADN para demostrar su inocencia.
Si usted tiene preguntas o necesita ayuda con un caso penal que involucre pruebas de ADN, póngase en contacto con el abogado con experiencia en Mike G Law. Contáctenos hoy para una consulta gratuita y permítanos luchar por sus derechos.